Miss Rachel y el apagón

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Miss Rachel era una educadora de infantil que trabajaba en un colegio cerca de Kentucky, en Estados Unidos. Le encantaba su trabajo y se llevaba muy bien con sus alumnos y alumnas, que tenían entre dos y tres años. Todos los días, les enseñaba cosas nuevas, les contaba cuentos, les cantaba canciones y les ayudaba a jugar y a compartir.

Un día, mientras estaban en clase, de repente se fue la luz. Todo se quedó a oscuras y los niños y niñas se asustaron. Algunos empezaron a llorar y otros a gritar. Miss Rachel les dijo que no se preocuparan, que era solo un apagón y que pronto volvería la luz. Les pidió que se sentaran en el suelo y se cogieran de las manos. Luego, sacó una linterna de su bolso y la encendió. Con la linterna, iluminó su cara y les hizo una sonrisa.

– ¿Qué ha pasado, Miss Rachel? - preguntó uno de los niños.

– Pues parece que se ha cortado la electricidad y por eso no hay luz - explicó Miss Rachel.

– ¿Y cómo se arregla eso? - quiso saber otra niña.

– Pues tenemos que llamar a alguien que sepa de electricidad y que pueda venir a arreglarlo - respondió Miss Rachel.

– ¿Y quién sabe de electricidad? - preguntó otro niño.

– Pues yo conozco a un amigo que es electricista y que vive cerca del colegio. Se llama Bob y es muy simpático y muy listo. Voy a llamarlo por teléfono y le voy a pedir que venga a ayudarnos - dijo Miss Rachel.

Miss Rachel cogió su móvil y marcó el número de Bob. Le explicó lo que había pasado y le pidió que viniera lo antes posible. Bob le dijo que no se preocupara, que él estaba cerca y que enseguida estaría allí.

Mientras tanto, Miss Rachel intentó tranquilizar a los niños y niñas. Les dijo que aprovecharan el apagón para hacer algo divertido y diferente. Les propuso que jugaran a las sombras chinescas con la linterna. Les enseñó cómo hacer figuras con las manos y proyectarlas en la pared. Los niños y niñas se animaron y empezaron a hacer sombras de animales, de personas, de objetos y de lo que se les ocurriera. Se lo pasaron muy bien y se rieron mucho.

Al cabo de un rato, llegó Bob al colegio. Traía una caja de herramientas y una escalera. Entró en la clase de Miss Rachel y saludó a los niños y niñas. Ellos le devolvieron el saludo y le dieron las gracias por venir. Bob les dijo que no había de qué, que él estaba encantado de ayudar. Luego, le preguntó a Miss Rachel dónde estaba el cuadro de luces. Ella le dijo que estaba en el pasillo, al lado de la puerta. Bob fue hasta allí y abrió el cuadro. Vio que uno de los interruptores estaba bajado. Lo subió y la luz volvió.

Los niños y niñas se alegraron mucho y aplaudieron. Bob volvió a la clase y les dijo que ya estaba todo arreglado. Les explicó que a veces, cuando hay mucha electricidad, el interruptor se baja para evitar que haya un cortocircuito. Les dijo que eso era una medida de seguridad y que no tenía nada de malo. Les preguntó si querían ver el interruptor y cómo funcionaba. Los niños y niñas dijeron que sí y Bob los llevó al pasillo. Les mostró el cuadro de luces y les enseñó cómo subir y bajar el interruptor. Les dijo que solo lo hicieran con su permiso y con cuidado. Los niños y niñas se turnaron para probarlo y se divirtieron mucho.

Después, Bob se despidió de los niños y niñas y de Miss Rachel. Les dijo que había sido un placer conocerlos y que si volvía a haber otro apagón, que lo llamaran. Los niños y niñas le dieron las gracias y le dijeron que era muy bueno y muy majo. Miss Rachel le dio un abrazo y le agradeció su ayuda. Bob se marchó y Miss Rachel y los niños y niñas volvieron a la clase. Continuaron con sus actividades y aprendieron muchas cosas nuevas. Y así terminó el día en que se fue la luz en el cole y Miss Rachel y sus alumnos y alumnas conocieron a Bob, el electricista.

Fin.


Fuente: Bing Chat